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Las empresas auditadas se recuperan antes de las crisis

Javier Quintana, Director General del Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España  | 
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Aunque es evidente, el efecto que las auditorías de cuentas tienen en el bienestar de los países y su vinculación a la mejora de la transparencia y de los resultados empresariales no se ha investigado con suficiente detalle. Tal vez sea ésta la principal razón por la que asistimos de forma recurrente en números países al debate sobre que empresas deben y no deben auditarse obligatoriamente. En España cerca del 95% del tejido empresarial está compuesto por pequeñas y medianas empresas, que no están obligadas a auditar sus cuentas. En contraste, la mayoría de los ingresos generados por las empresas españolas -cerca del 90%- están sujetos a auditoría de cuentas obligatoria al estar generados por grandes empresas. En total, más de 60.000 entidades son auditadas en España cada año por firmas de todo tipo y en las que se calcula que trabajan más de 50.000 profesionales.

Con el objeto de aportar datos empíricos a este debate, la Universidad de Alcalá de Henares y el Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España (ICJCE) hemos realizado el estudio sobre “La Auditoría de Cuentas en las empresas” (enlace al resumen ejecutivo en inglés), que investiga el comportamiento de cerca de 90.000 empresas españolas con ingresos de explotación superiores a 500.000 euros. Un tercio de las empresas analizadas auditan sus cuentas anuales (34,22%) y dos tercios no las auditan (65,78%).  

Las conclusiones del estudio son muy claras: las empresas que auditan sus cuentas se recuperaron antes de la crisis de 2008. En la segunda parte del estudio, que presentaremos en otoño de 2021, también se demuestra empíricamente que hay una relación directa entre estar auditado y presentar mayores niveles de rentabilidad.  

Efectivamente, el estudio demuestra que la facturación de las empresas auditadas creció más y se recuperó más rápidamente de la crisis de 2008 que la de las empresas no auditadas. Según el informe, las empresa auditadas tuvieron unas ventas promedio en 2018 un 16,43% superior a las que tenían en 2008. Por su parte, las empresas no auditadas tuvieron unas ventas promedio un 6,6% superiores a las de 2008, 9,83 puntos porcentuales menos que las auditadas.  

Un dato muy revelador, especialmente para el momento económico actual, es que las empresas que auditan sus cuentas necesitaron ocho años para recuperar el nivel de igresos que tenían al inicio de la crisis en 2008, mientras que las empresas no auditadas necesitaron un año más para hacerlo.

Este mejor comportamiento de la facturación de las empresas también se ve reflejado en su capacidad de creación de empleo: la tasa anual promedio de incremento de los empleados durante la década analizada fue del 1,4% en las empresas auditadas y del 0,3% de las no auditadas. Las auditadas crecieron 1,1 puntos porcentuales más que las no auditadas. La conclusión es que las empresas que auditan sus cuentas habían incrementado su número de empleados promedio un 14,23% en el año 2018 respecto a 2008, casi 12 puntos más que las empresas no auditadas, igualando el nivel de empleados promedio antes de la crisis en 2015, mientras que las empresas no auditadas no lograron superar ese nivel hasta el año 2017.

El estudio aporta también nuevos datos sobre lo que aporta la auditoría de cuentas específicamente a las pequeñas y medianas empresas y sobre la necesidad de adaptar las normas técnicas de auditoría a los trabajos que se hacen en ellas. Sus resultados demuestran que las pymes auditadas son más rentables, reflejan mejor en sus balances el valor de sus activos y afrontan mejor las crisis que las no auditadas. Así, las pymes auditadas incrementaron sus ventas promedio entre 2008 y 2018 el 15,69% y las pymes no auditadas el 6,55%, cerca de nueve puntos porcentuales de diferencia. También las pymes auditadas incrementaron sus empleados promedio entre 2008 y 2018 el 9,86%% y las pymes no auditadas el 2,68%, más de siete puntos porcentuales de diferencia. Las pymes auditadas y las no auditadas tuvieron una rentabilidad pareja en los años 2008 y 2009, pero a partir de ese año las pymes auditadas tuvieron una rentabilidad promedio superior.