Punto de vista de la IFAC: Adoptar una profesión orientada a las personas

La educación que conduce a un individuo a calificar como profesional de la contabilidad es solo el comienzo.  Más que nunca, la profesión ofrece una amplia gama de oportunidades, y las trayectorias profesionales se convierten en entramados de carreras.  Las personas que califican como profesionales de la contabilidad en la actualidad pueden estar ejerciendo hasta la década de 2060 y más. Su relevancia y la oportunidad de sus habilidades, así como la satisfacción que obtienen de la vida profesional, dependen del aprendizaje adquirido a lo largo de toda la vida, más aún en un entorno que cambia rápidamente.  Las personas deben estar preparadas para volver a capacitarse para seguir siendo competentes en el futuro.

• Los profesionales de la contabilidad deben asumir la responsabilidad personal de su propio aprendizaje de toda la vida y del desarrollo de su carrera elevando el aprendizaje desde un enfoque pasivo, basado en el cumplimiento, a uno en el que el aprendizaje esté adaptado, sea reflexivo y esté impulsado activamente por las necesidades individuales.[i]  Los profesionales de la contabilidad deben ver a las PAO como sus socios clave en el aprendizaje de toda la vida. Al impulsar su propio camino educativo, los profesionales de la contabilidad pueden hacerse cargo de desarrollar carreras sostenibles.  Las PAO también deben ser socios receptivos a la hora de posibilitar la trayectoria profesional de sus miembros. 
• La IFAC considera que la ética y el desarrollo profesional continuo están integralmente vinculados, y que uno de los factores diferenciadores clave de una carrera como profesional de la contabilidad es el núcleo ético establecido por el Código Internacional de Ética para Profesionales de la Contabilidad (incluidas las Normas Internacionales de Independencia). La ética es el fundamento de una profesión impulsada por un propósito, definida por su activo más valioso: la confianza.[ii]  La IFAC insta a los profesionales de la contabilidad a que asuman con entusiasmo sus obligaciones éticas como parte fundamental de su educación de toda la vida.  Los profesionales de la contabilidad también tienen la responsabilidad ética de ser competentes para cualquier trabajo que realicen.[iii]  A medida que evolucionan las demandas de las partes interesadas y la tecnología, seguir siendo competente requiere cada vez más la actualización y el perfeccionamiento continuos: los profesionales de la contabilidad no deberían solo aspirar a hacer las mismas cosas de forma diferente, sino también a hacer cosas nuevas. 
• La IFAC recomienda encarecidamente a las PAO y a otros involucrados en el aprendizaje y el desarrollo que adopten e implementen las Normas Internacionales de Formación (IES) cuando establezcan requisitos educativos para los profesionales de la contabilidad actuales y futuros.  Las IES establecen los requisitos de ingreso a los programas de capacitación de profesionales de la contabilidad, de desarrollo profesional inicial y de desarrollo profesional continuo. Al hacerlo, las IES ayudan a sentar las bases para la confianza en la profesión a nivel mundial. 
• El enfoque de la IFAC para promover la formación contable se ha desarrollado para atraer a una amplia gama de partes interesadas con el fin de facilitar respuestas ágiles en un entorno que cambia rápidamente.  La IFAC apoya al Panel Internacional sobre Formación Contable (IPAE) y su llamado a la acción instando a las PAO, las organizaciones y las personas a tomar medidas para volver a imaginar al futuro contador.[iv]  El IPAE es un componente clave del marco de encargo de las partes interesadas en la formación contable de la IFAC; proporciona asesoramiento estratégico y promueve una educación de calidad para contadores preparados para el futuro.  Además, la IFAC aprovecha su papel de convocante con nuestra cumbre de educación internacional y el Centro de conocimiento como una ubicación central para acceder al liderazgo de pensamiento, la orientación y otros recursos. 
• Además de las competencias técnicas, como la perspicacia para los negocios, la perspicacia digital y la introducción, la síntesis y el análisis de datos, los profesionales de la contabilidad deben desarrollar competencias de conducta, como la curiosidad intelectual, el pensamiento crítico y la adaptabilidad para responder de manera eficaz a un entorno que cambia rápidamente y adoptar formas de trabajo nuevas o alternativas. La inteligencia emocional y las sólidas habilidades de comunicación fortalecerán la capacidad de un profesional de la contabilidad para generar confianza en los clientes u otras partes interesadas y "contar la historia detrás de los números".  El aprendizaje de toda la vida debe centrarse en estas habilidades, así como en refrescar las habilidades técnicas.  Al hacerlo, los profesionales de la contabilidad pueden maximizar el valor que agregan como socios comerciales confiables. 

La sustentabilidad y otra información no financiera desempeñarán un papel cada vez más importante en la presentación de informes corporativos porque esta información mejora la relevancia de la comunicación entre las empresas y sus partes interesadas. También aumenta la relevancia de los servicios de aseguramiento y los servicios no relacionados con auditorías que ofrece la profesión.  Este es un campo emergente y en evolución que se basa en las habilidades básicas de la contabilidad, pero requiere una inversión significativa en aprendizaje y desarrollo.  La IFAC alienta a las PAO, las firmas de auditoría, los académicos y las empresas a continuar trabajando juntos para que la profesión mejore sus habilidades y aporte una nueva relevancia a la presentación de informes corporativos y un grado de seguridad al interés público.

En todo el mundo se han producido avances significativos hacia la adopción de la diversidad (de personas y habilidades) y la garantía de la igualdad con respecto a las características demográficas y de identidad, como la edad, la raza, la religión, el género, la orientación sexual, la discapacidad, el origen socioeconómico y el origen nacional.  Sin embargo, aún queda mucho por hacer, tanto en la sociedad como en la profesión.  La igualdad de género se destaca como un área de atención mundial continua, como lo reconocen los ODS.  La profesión contable puede y debe liderar el logro de la igualdad de género e incorporar plenamente una cultura de diversidad e inclusión en su esencia.  Es lo correcto, es bueno para el negocio, y la continuidad de la relevancia de la profesión depende de ello.[i]

• La IFAC apoya el llamado del ODS 5 para lograr la igualdad de género y empoderar a las mujeres y niñas para que puedan participar de manera efectiva y tener las mismas oportunidades de liderazgo en todos los niveles de toma de decisiones en la vida política, económica y pública. La IFAC hace un llamamiento a la profesión contable mundial para hacer de la igualdad de género una realidad, un hecho, no un objetivo. Es importante destacar que no hay igualdad de género sin igualdad de compensación.[ii] 
• El hostigamiento, el acoso y la intimidación no tienen cabida en la profesión.  Un entorno de trabajo verdaderamente diverso e inclusivo es imposible con estos atributos culturales negativos.  Conseguir y mantener un entorno de trabajo solidario, saludable y profesional es una tarea continua y debe ser una prioridad. 
• La IFAC considera que la diversidad de la fuerza laboral, en cuanto a demografía, raza, procedencia y experiencias, facilita la diversidad de perspectivas.  La diversidad de perspectivas contribuye a una mejor toma de decisiones, ya sea dentro de la dirección u órgano de gobierno de una empresa u organización, dentro de una firma de servicios profesionales de auditoría o un equipo de encargos individual, dentro de la membresía o el personal de una PAO, o en toda la profesión en su conjunto.[iii]  Asegurar la mayor calidad posible en la toma de decisiones es fundamental para la profesión contable, donde la propuesta de valor central es la confianza y el criterio.  Por ello, la diversidad de perspectivas es un imperativo estratégico.
• La diversidad de habilidades dentro de las firmas de auditoría, las empresas, el sector público y las PAO es cada vez más necesaria a medida que evolucionan las demandas de la sociedad y las partes interesadas, los negocios se vuelven más complejos y la tecnología juega un papel más central.  Todas las áreas de la profesión se benefician de la diversidad de habilidades, y las personas que integren con éxito las habilidades contables tradicionales con otras habilidades complementarias tendrán una gran demanda.[iv] 
• La IFAC considera que el modelo de negocios multidisciplinario de las firmas de auditoría —que permite que los especialistas (por ejemplo, asesoría de riesgos, revisiones forenses, tecnología de la información, impuestos, etc.) operen dentro de una firma de auditoría— crea un entorno donde se reúnen y desarrollan diversos conjuntos de habilidades.  Las iniciativas para limitar las firmas de auditoría multidisciplinarias reducirían la diversidad de habilidades, afectando negativamente la capacidad de la profesión para servir mejor a los clientes y contribuir al interés público.[v]
• La diversidad de perspectivas no se logra cumpliendo una métrica en un momento determinado.  La diversidad sin una inclusión significativa en la toma de decisiones y el liderazgo no tiene ningún impacto.  Ciertas métricas pueden proporcionar información útil para las partes interesadas, por ejemplo con respecto a la composición de las juntas directivas.[vi] La IFAC y el Consejo de Normas Internacionales de Contabilidad del Sector Público (IPSASB), por ejemplo, han logrado recientemente la igualdad de representación de género en sus juntas directivas.[vii]  Sin embargo, la IFAC cree que la diversidad y la inclusión son una mentalidad que debe integrarse en las culturas de trabajo en todos los niveles.  La consideración de la diversidad debe estar en el centro de una profesión orientada a las personas.